Piratas en Canarias

Ubicadas en una posición estratégica en el mismo corazón del océano Atlántico a caballo entre tres continentes, las islas Canarias se convirtieron desde el descubrimiento de América en un punto de paso obligado de la flota de Indias en la ruta que comunicaba el puerto de Sevilla con el emporio americano. El archipiélago, conquistado por los españoles a lo largo del siglo XV, tuvo que resistir durante cientos de años numerosos ataques piráticos patrocinados por las potencias europeas de la época y por los Estados berberiscos del norte de África.

Los principales piratas de los siglos XVI y XVII, corsarios como los británicos Francis Drake, John Hawkins o Walter Raleigh, franceses como Jean Fleury o François Le Clerc, y holandeses como Pieter van der Does atacaron las Canarias sembrando el terror entre la población de diferentes islas. Eso obligó a la corona española a tomarse en serio la protección de su archipiélago más preciado y, sin duda, del más estratégico de todos. Los sucesivos monarcas ordenaron fortificar las islas y convertir a algunos de sus puertos como Santa Cruz de Tenerife en plazas prácticamente inexpugnables desde el mar tal y como pudo comprobar el contralmirante Horatio Nelson en 1797 cuando trató de apoderarse de la isla. El inglés perdió el brazo y la Royal Navy toda esperanza de hacerse con Tenerife.

Pero los piratas no sólo atacaban los puertos insulares, a menudo se limitaban a merodear en alta mar cerca de las Canarias como manadas de lobos en espera de que alguna flota española mal defendida proveniente de América cargada de tesoros enfilase el tramo final de su viaje antes de embocar el río Guadalquivir. Ese triángulo formado por las Canarias, Madeira y las Azores se transformó en un lugar infestado de piratas de todas las nacionalidades, también piratas españoles como Amaro Pargo, un canario con patente de corso concedida por Felipe V de España para que limpiase el Atlántico de corsarios ingleses y holandeses hostiles al comercio español.

De Amaro Pargo y otros muchos piratas que hicieron de las aguas de Canarias un campo de batalla de todas las potencias europeas vamos a hablar hoy en La ContraHistoria. Lo vamos a hacer de la mano de Carlos Pérez Simancas, un gomero de armas tomar que conoce a fondo esta historia de piratas que en nada tiene que envidiar a la del Caribe.

Bibliografía

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