
El vídeo del desalojo por la fuerza de un pasajero en un avión de United Airlines en Chicago ha dado la vuelta al mundo. La violencia empleada y el hecho de que la compañía hubiese hecho overbooking ha tenido, entre otros efectos, el de hundir a la aerolínea en Bolsa y el de poner a su consejero delegado contra las cuerdas. Pero no solo eso, como siempre que suceden estas cosas, se acusa a la desregulación aérea de ser el origen del mal. Pero el hecho es que la industria aérea es una de las más reguladas del mundo y es dentro de esa regulación donde prosperan empresas como United, cuyas prácticas oligopolísticas terminan siempre perjudicando al consumidor.
Ante las imágenes del desalojo, con abuso de fuerza y resistencia infructuosa, del sillón de la aerolínea contratado por el pasajero, a todos se nos queda una sensación de reprobación e indignación. ¿La aerolínea puede vender un billete y embarcar un pasajero por las buenas y sacarlo del avión por las malas? Que puede, es evidente, y que le asiste la ley puede que no sea evidente pero pudiera ser cierto en función de la letra pequeña de lo contratado, ahora bien, lo que no puede es esperar es aprobación y aplauso, es más, internet mediante, solo puede esperar pérdidas: inmediata de reputación, a corto plazo, de pasajeros, a medo plazo, de beneficios y a largo plazo, de la compañía. Así que toca rectificar letritas, maneras, disculpas y precios.
Un cordial saludo.
Fernando me gustaría saber tu opinión sobre la liberalización, al modo de cielos abiertos que comentas aquí o al modo francés, de las líneas ferrioviarias en España. ¿Crees que es algo que llegaremos a ver o seguirá RENFE y ADIF en este dúo monopolístico de precios altos y pérdidas pagadas por todos? Un saludo, de alguien que suele estar en las antípodas de tu opinión pero que gusta de oírte.