
La visita de Donald Trump a Bruselas para inaugurar el nuevo cuartel general de la OTAN ha puesto de manifiesto lo que muchos vaticinaban: la voluntad de entenderse entre el presidente de EEUU y los líderes europeos es nula. Demasiadas suspicacias mutuas y el hecho nada desdeñable que cada una de las partes desea un tipo de tratado Atlántico diferente. Un diálogo de sordos que es difícil que pase de ahí.
Cuando los EEUU invocaron el artículo cinco tras el 11/sept/2001 y en Europa empezamos a ponernos de perfil, desapareció la OTAN de facto. Con la retirada de los EEUU de Afganistán e Irak, no por la victoria o la derrota sino por desidia ( que no deja de ser una derrota con deshonor ), desapareció el liderazgo estadounidense de facto. Sin OTAN y sin líder, el cuartel general de la OTAN es un punto de encuentro para proyectos locales y el presidente de los EEUU un señor que usa el bar.
Un cordial saludo.