El momento coreano

Mañana día 12 se producirá en Singapur una cumbre histórica. Se reunirán Donald Trump y Kim Jong-un. El líder norcoreano llegó ayer a Singapur a bordo de un avión chino y disfrazado de Mao Zedong. Poco después lo hizo Trump, pero a bordo del Air Force One junto al secretario de Estado, Mike Pompeo, y al director de Seguridad Nacional, John Bolton, que no se despega de Trump ni cuando va al cuarto de baño. Le vimos en la cumbre del G-7 en Ottawa y parecía su escolta.

Esta cumbre introduce un elemento de incertidumbre en el asunto de Singapur porque en Ottawa Trump volvió a liarla. Nadie sabe muy bien el tono que empleará el presidente de EEUU, pero pocas veces lo ha tenido tan fácil como ahora. Pase lo que pase gana él seguro. Sólo tiene que poner un poco de su parte y apuntarse un tanto. Si lo consigue en unos días nadie hablará del desplante del G7 y de lo del acuerdo de Irán nadie se acordará.

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1 Comment

  1. Ni llegan sonrientes ni llegan convencidos estos dos negados para la cortesía. Kim pretende obtener ventajas a cambio de gestos y Donaldo va a Singapur a doblar manos más que a estrecharlas. Las miserias material y moral norcoreanas, y su inferioridad militar, dejan a Kim sin margen para negociar. Lo que no quiera ceder ahora se verá obligado a hacerlo más adelante. Donaldo cree que la situación ya está madura como para que él quede como le gusta quedaren las negociaciones: por encima. En Singapur no se va a decidir la unificación coreana, ni la guerra total, ni la libertad del pueblo tiranizado. Parece que se va a dilucidar si el prepotente asiático sabrá tragar quina y si el prepotente americano sabrá contener su despotismo.
    Un cordial saludo.

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