
Aunque esté más cerca de Europa y Norteamérica alcanzar el polo norte es realmente difícil. El clima es extremo y no hay tierra firme, tan solo una traicionera banquisa llena de osos polares flotando sobre el océano. Es por ello que se tardó tanto en llegar hasta ahí. Costó varios siglos de exploraciones que empezaron en la antigua Grecia y no concluyeron hasta bien entrado el siglo XX. De hecho, todavía no se sabe a ciencia cierta quién fue el primer ser humano que pasó por encima ya que varios se atribuyen el mérito. La carrera al polo norte, eclipsada por la que se realizó hacia el polo sur, fue apasionante y llena de requiebros. Esta es su historia.
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El polo norte geográfico resulta ser un punto sobre la superficie del planeta ubicado en el océano ártico, que por esos andurriales está congelado en placas de hielo móviles, y coincide que es un punto del planeta con un clima atroz y en donde todo el interés por llegar se transforma en máximo interés por abandonarlo una vez alcanzado. Durante siglos su inaccesibilidad vetó cualquier atractivo excepto el científico y el aventurero, y se debió esperar a la aviación para hacer factible la aventura de pisar el hielo que ese día estuviera sobre el polo norte, con enorme satisfacción personal al conseguirlo para los sacrificados y osados primerizos, a saber: Wally Herbert, Allan Gill, Ken Hedges y Roy Koerner. Vítores por su hazaña y un recuerdo para quienes lo intentaron sin éxito, excepto para quien lo intentó sin éxito y trató de adjudicárselo.
Un cordial saludo.