
La Comisión Europea presentó la semana pasada su propuesta para regular la inteligencia artificial y limitar el uso de sistemas reconocimiento facial en lugares públicos, algo que es ya muy común en países como China y que ha permitido implantar un controvertido sistema de crédito social del que ya hemos hablado en más de una ocasión en La ContraCrónica. La norma llega junto a otra sobre robots que amplía una directiva de 2006 para incluir a los nuevos ingenios robóticos que han ido apareciendo en los últimos años en el ámbito doméstico como las aspiradoras autónomas.
Ambas iniciativas persiguen fijar los estándares de uso para los próximos años. La Comisión establece cuatro niveles de riesgo para el ciudadano. El nivel de mayor riesgo, denominado “riesgo inaceptable” en la normativa contempla sistemas como el del crédito social chino, cuya base es una extensa red de cámaras con sistema de reconocimiento facial conectadas a una base de datos, que pasarían a estar prohibidos dentro de la Unión Europea. Otros sistemas de tipo biométrico se podrían emplear, pero con muchas restricciones. Es sin duda una gran noticia, pero por ahora es tan solo una propuesta. El parlamento europeo y los Gobiernos tienen que tramitarla, discutirla y aprobarla. De salir adelante podría llegar a ser algo parecido a la ley de protección de datos europea, que se ha terminado convirtiendo en una súper regulación que, por la vía de los hechos, se aplica en todo el mundo.
En La ContraRéplica:
- La pandemia en la India
- Rusia y occidente
- El voto sustractivo
Be the first to comment