Los Totenkopf

La unidad más temida y seguramente más odiada de las SS eran los Totenkopf, los encargados de administrar todo el sistema de campos de concentración alemanes, incluidos los de exterminio. Nacieron casi al mismo tiempo que el régimen nazi y durante la guerra perpetraron innumerables crímenes de guerra. A su término fueron juzgados y condenados por ellos. Sus comandantes, nombres funestos como Theodor Eicke, Rudolf Höss o Richard Glücks, han pasado a la historia universal de la infamia.

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3 Comments

  1. Para torturar y asesinar inocentes en masa cruelmente hay que deshumanizar, estabular y execrar a otros seres humanos. Para deshumanizar, estabular y execrar a otros seres humanos hay que renunciar a la empatía, a la justicia y al escrúpulo. Para renunciar a la empatía, a la justicia y al escrúpulo hay que someterse a un férreo yugo ideológico. Psicópatas a parte, que entienden la maldad de sus actos pero priorizan su placer a cualquier otra consideración, los nazis se convirtieron voluntaria y conscientemente en unos abyectos, odiosos y repugnantes malnacidos de palabra, obra y/u omisión, perdiendo su dignidad a borbotones mientras pretendían negársela a sus víctimas. Y perdieron su compasión, no por placer sino por deber, por un deber hacia la patria, la raza y el líder, primero ciego y luego cobarde. Los nazis cometieron ultrajes irreparables, casi inconcebibles, absolutamente inexcusables y abrumadoramente lacerantes, que nos previenen de la capacidad de la ideología para sacar de nosotros lo más vergonzante.
    Los totenkopf fueron excrementos morales disfrazados de épica con trajes chic.
    Un cordial saludo.

  2. Quizá el primer intento de eliminar a una etnia «científicamente» en la era industrial fue el repartir mantas infectadas de viruela a los nativos americanos por parte del Gobierno Federal de EEUU en sus reservas, precursoras de los campos de concentración.

    Desde entonces la brutalidad va pareja al avance científico e industrial. La única diferencia entre el «fiel Heinrich» y Harris «the Bomber» era la carpeta con las fotos de los horrores de las ciudades alemanas carbonizadas y pulverizadas por «sus chicos» que Harris enseñaba a todo el mundo y con la que se marcaba unas risas con Churchill.

    Y fundamental, que los anglosajones ganaron.

    Saludos

  3. Fernando, por favor, tú no debes incurrir en mitos y errores comunes. Los Panzer alemanes no eran los mejores carros de combate de la II GM en sus inicios, De hecho los PzI y II no estaban concebidos ni para entrar en combate. Y los PzIII con su cañón de 35 y luego 50 y obús de 75 mm no podían competir con los Matilda británicos, los Char B1 o Somua franceses, casi ni siquiera con los T28 y T35 rusos, y mucho menos con los T34 o los monstruosos KV1

    La diferencia estaba en que los alemanes sabían usarlos y los demás no. P.ej., todos llevaban radio, cosas que increíblemente los demás casi ninguno. Casi siempre los alemanes combatieron en inferioridad…. incluída la campaña polaca, donde la dictadura antisemita que gobernaba Polonia que se creía una gran potencia porque había derrotado a los rusos en 1920 cometió el desastroso error de concentrar sus tropas en la frontera, convencidos de que esa guerra que tanto deseaban contra los alemanes iba a ser un paseo

    Saludos

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