Magnicidio y caos en Haití

El pasado miércoles en plena madrugada un comando de mercenarios que hablaban español asaltó la vivienda del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en Puerto Príncipe, la capital de Haití, para asesinarle a sangre fría en su propia habitación, donde dormía con su esposa. En las redes sociales circulan varios vídeos de la entrada de los mercenarios, pertrechados con armas y atuendo militar. Los vecinos escucharon cómo los asaltantes se hicieron pasar por agentes de la DEA pronunciando algunas frases en inglés. Se trató de un ataque muy bien organizado y coordinado realizado sin duda por profesionales. El Gobierno haitiano declaró posteriormente el estado de sitio en todo el país, la República Dominicana, entretanto, cerró la frontera y ordenó a la policía impedir la entrada o salida de cualquier ciudadano colombiano procedente de Haití. El aeropuerto de Puerto Príncipe también fue clausurado por las autoridades.

Hay muchas incógnitas en torno a este asesinato que ha venido a dar la puntilla a esta pequeña nación caribeña. Hasta el momento, las autoridades haitianas han detenido a 24 de los supuestos implicados en el asalto, tres murieron en un tiroteo con la policía y cinco permanecen fugados, sin que se hayan producido nuevos arrestos desde el viernes, ni se hayan ofrecido más detalles oficiales sobre la evolución de las investigaciones. El Gobierno sigue sin dar un relato claro de la sucesión de los hechos en la noche del asesinato y tampoco han ofrecido los supuestos motivos o aportado indicios sobre la autoría intelectual del magnicidio. El Gobierno colombiano, nacionalidad de 26 de los 28 implicados señalados por la policía, confirmó el viernes la identidad de varios miembros del grupo, a los que calificó como «mercenarios» asegurando que, al menos quince de ellos, eran militares retirados del Ejército. Están ahora investigando a cuatro empresas, cuyos nombres y actividad no se ha difundido, que habrían reclutado a los mercenarios llegados a Puerto Príncipe desde Bogotá distribuidos en dos grupos que viajaron entre los meses de mayo y junio.

El FBI está colaborando en la investigación del asesinato y el Pentágono se plantea enviar tropas al país. No sería la primera vez que algo así sucede. Hace poco más de un siglo EEUU intervino en Haití a raíz de otro magnicidio y aquello se enquistó durante veinte años. Nada indica que esta vez vaya a ser diferente.

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