
Se habla desde hace días de la necesidad de formar algo parecido a un Gobierno de concentración en España. Un Gobierno que vendría precedido de un gran pacto entre los dos principales partidos, el PSOE y el PP, en el que ambos acordasen una serie de medidas para enfrentar la crisis económica que ya tenemos encima y que no hará más que empeorar conforme pasen las próximas semanas y meses. Para ejemplificar lo que sería ese gran acuerdo de Gobierno muchos han utilizado los pactos de la Moncloa de 1977, cuando todas las fuerzas políticas de la época accedieron a suscribir un gran consenso que impidiese naufragar a la recién estrenada democracia.
El ejemplo está tomado con pinzas porque las circunstancias son muy diferentes. En ciertos aspectos la situación es hoy peor, por lo que el acuerdo habría de incluir la incorporación del PP (y de Ciudadanos) al Ejecutivo, cosa que no ocurrió en el 77, la UCD siguió gobernando en solitario durante cinco años más. Eso hoy no bastaría, hoy la oposición tendría que convertirse en Gobierno y el Gobierno habría necesariamente que cambiar expurgándose de elementos como Podemos que harían imposible el pacto. Esto supone un encaje de bolillos e implica unos riesgos políticos tales que hacen de este pacto algo realmente complicado. Vamos a ver por qué.
En La ContraRéplica:
- ¿Cuándo habrá nuevas elecciones?
- El papel de los inmunes
- La responsabilidad del PSOE
- La iniciativa Folding at Home
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