Pekín entra en campaña

La campaña electoral en EEUU ya marcha a toda máquina. Los equipos de ambos candidatos han escogido ya sus líneas de ataque y, en espera de los debates televisados, que serán cuatro y comenzarán el día 29, tanto Trump como Biden recorren el país tratando de rebañar hasta el último voto. El presidente trata de remarcar la bonanza económica de sus años de Gobierno y la seguridad ciudadana. Biden, por su parte, está redoblando esfuerzos para hacer de estas elecciones un plebiscito sobre la gestión presidencial de la pandemia y el descalabro económico que ha supuesto.

Por detrás de los mensajes de campaña late el temor a la injerencia extranjera. En el Partido Demócrata se fijan en Rusia como sucedió en las elecciones anteriores. Los republicanos miran algo más lejos y señalan a China a cuyo Gobierno acusan de manera más o menos velada de intrigar para que Biden se haga con la presidencia y acabar así con un tipo que ha perjudicado mucho sus intereses. Lo cierto es que todos quieren influir en las elecciones estadounidenses, no sólo Rusia y China. Que el inquilino de la Casa Blanca sea más o menos afín a los intereses propios cuenta bastante. El Gobierno de Xi Jinping lleva casi cuatro años en la diana, la administración Trump no le ha dado más que disgustos. Motivos tienen para oponerse a él y medios para influir en la campaña también.

El informe de Graphika.

En La ContraRéplica:

  • Negacionistas de antes y de ahora
  • La desesperanza de la diáspora venezolana
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