Sánchez y los mil prodigios

Pedro Sánchez compareció hace dos días por TVE para explicar que va a hacer ahora que es presidente del Gobierno. Ya que estaba en el plató (que era la propia Moncloa) con los dos entrevistadores completamente entregados recordó que pensaba quedarse allí hasta el final del la legislatura, es decir, hasta 2020. Justificó tal decisión en que quiere «normalizar la vida política». Lo cual no deja de ser curioso porque ya estaba perfectamente normalizada hasta que él la desnormalizó de golpe.

Ahora bien, es comprensible que quiera apurar la legislatura. Si va a elecciones después del verano no tiene segura la victoria. Y, además, en el poder se está muy bien, para qué negarlo. Pero si quiere seguir en él después de 2020 tendrá que hilar finísimo y evitar a toda costa los errores. La suerte ayuda a los audaces, pero no siempre y al final los números son los que son: 84 diputados siguen siendo muy pocos.

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2 Comments

  1. Pedro es aire fresco, que no limpio, en el panorama político nacional y su efecto aventador despeja la mirada e invita a la oportunidad que todos parecen querer darle pese a lo arribista de su pasado, lo complicada y débil que es su posición presente y los retos apabullantes que ha de gestionar. Cuando se llega de manera rocambolesca a la presidencia queda claro que no hay plan, trayectoria o ideal, tan solo oportunismo y funambulismo. Mucho sonríe el artista ante los focos y los aplausos pero ni está cerca del suelo, ni ha practicado jamás, ni tiene red. Si se cae, nos va a manchar a todos al rompérsele las botellas del paro, la unidad nacional y la deuda con las que malabarea. A mí, en presumible desaguisado me impide disfrutar de la funcioncita.
    Un cordial saludo.

  2. Fernando, hay un error. El video de Youtube está bien, pero el audio es el de las elecciones de Colombia.

    Un saludo.

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