Tres días en Zamora

Hace siete meses Alberto y yo organizamos el primer viaje con los oyentes de La ContraHistoria. Fuimos a Córdoba y la cosa salió francamente bien. Vinieron 30 contraescuchas y, según nos hicieron saber, quedaron encantados. Pasamos tres días completos en la ciudad califal y nos hartamos a andar y a visitar las muchas maravillas que ofrece esa joya cuatro veces Patrimonio de la Humanidad. El viaje me dio para un reportaje fotográfico y tres vídeos, uno cada día. En aquel momento pensamos en organizar otro de cara al otoño, en algún momento entre finales de septiembre y principios de noviembre. La primera idea era visitar Aviñón y Nimes, dos ciudades del sur de Francia fácil y directamente accesibles desde Madrid, Zaragoza y Barcelona en tren de alta velocidad. Las dos merecen mucho la pena, tienen mucha historia y además, como Alberto estudió en la Sorbona y habla un francés impecable, disfrutaríamos más de las visitas.

Lo dejamos ahí hasta que, a finales de agosto, me llamó Sergio Lacasa, director de En Grupo Viajes (una agencia valenciana que organizó, muy bien, por cierto, el viaje a Córdoba) para decirme que había serios problemas de disponibilidad en los hoteles de esas dos ciudades. Al parecer es habitual que las empresas francesas celebren sus congresos allí durante el otoño, por lo que era poco menos que imposible encontrar habitaciones para un grupo de 50 personas, que era lo que pretendíamos hacer.

Tuvimos entonces que improvisar otro destino, algo que de primeras parece sencillo, pero que no lo es tanto cuando son muchos los que han de viajar y queda poco más de un mes para el viaje. Hablamos Alberto y yo, nos pusimos sobre un mapa de España y empezamos a señalar candidatas. Los requisitos eran, como en el caso de Córdoba, que fuesen ciudades con historia y patrimonio y que estuviesen a un máximo de tres horas en tren de Madrid. Cuando vas de viaje sólo tres días el tiempo empleado en el transporte importa. Aquí se presentaron dos problemas (o ventajas, según se mire). El primero es que España está llena de ciudades históricas, a cada cual mejor. El segundo es que, gracias a la red de alta velocidad, casi toda España está a tres horas o menos de Madrid, así que tuvimos que ir eliminando ciudades como el que deshoja una margarita. Nos quedamos con Zamora, que si bien está a más de 250 kilómetros de Madrid, el tren te deja allí en sólo una hora.

La ciudad, una gran desconocida, cumplía con los requisitos y lo hacía, además, sobradamente porque nos permitía diseñar un viaje temático en torno al románico. Zamora es la ciudad europea con mayor número de iglesias románicas incluyendo su catedral, que es una de las más bonitas de España. Tiene también un casco antiguo bien conservado, museos, buenos hoteles, mejores restaurantes y la pequeña ciudad de Toro a sólo 30 kilómetros de distancia. Toro, aparte de contar con una denominación de origen vitivinícola muy celebrada entre los aficionados al vino tinto, tiene una de las colegiatas románicas más bellas de España, la de Santa María la Mayor. No se debe ir a Zamora sin visitar Toro, máxime cuando lo que quieres ver es románico.

A principios de septiembre hicimos el anuncio y sobre la marcha se me ocurrió la idea de grabar una ContraHistoria en directo junto a todos los participantes. Eso enredaba algo el asunto porque implicaba tener que trasladar equipo, encontrar una sala silenciosa en el hotel y, sobre todo, preparársela. A Alberto, a quien nunca le faltan temas, me sugirió hacerla sobre el románico, más concretamente sobre la iconografía, algo que tratamos muy superficialmente en el programa que dedicamos al románico hace ya más de dos años. A ello nos pusimos e invitamos a Javier Rubio, director de Academia Play para que nos acompañase. Muchos de los que vinieron a Córdoba han repetido, otros no han podido por la premura con la que anunciamos el viaje, y se han incorporado nuevos contraescuchas viajeros, todos encantadores, la demostración palpable de que la audiencia de La ContraHistoria es la mejor y la más ilustrada que un programa de radio pueda desear.

Esta vez me han salido cuatro vídeos, tres en Zamora y uno en Toro, de la parte fotográfica se ha encargado José Enrique López, un contraescucha de Alcoy que, con paciencia de cartujo fue retratándonos a todos durante los tres días de viaje. Todo ha salido a pedir de boca, lo hemos pasado estupendamente, hemos comido mucho y bien (gracias a Alberto que se ocupó de seleccionar los menús) y hemos recorrido dos ciudades que merecen mucho la pena.

A continuación tenéis los vídeos y las fotos. Para el próximo viaje, que podría ser a Aviñón o a Jerusalén como insiste Alberto desde hace meses, prometemos avisar con más antelación.

1 Comment

  1. Me encanta todo lo que haces. Es buenísimo el trabajo que realizas y que te rodees de los mejores, no paro de aprender. Enhorabuena!!!

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